Hay que admitirlo, ser emprendedor no es tarea fácil. Existen miles de altibajos, momentos de desmotivación y ganas de tirar la toalla. Esto es normal, salir de tu zona de confort y lanzarte a crear algo, conlleva fracasos y aprendizajes. A lo largo del camino emprendedor hay situaciones muy complicadas, pero ¡hey! Recuerda las razones por las que iniciaste este viaje.
Negocios con causa
Guy Kawasaki, especialista en el ámbito de las nuevas tecnologías y el marketing, mencionó una vez: “La mejor razón para iniciar una empresa es que esta tenga sentido, sentido para crear un producto o servicio que la sociedad necesite, y de esta forma hacer un mundo mejor”.
Kawasaki se destacó por ser uno de los responsables de la creación de la Macintosh, junto con Steve Jobs y un gran equipo de visionarios. En conjunto con lo anterior, fue el primer empresario en utilizar el término “evangelizar” en los negocios, es decir, tomó el papel de “chief evangelist”, cuyo objetivo es cambiar nuestra actitud frente a una idea y la forma en que todos nos comportamos.
El “chief evangelist” de una compañía debe conseguir que una nueva tecnología, idea o producto pase de ser algo minoritario a convertirse en la referencia universal, aquello que toda la competencia imita, el gadget que has de poseer para estar a la última.
Actualmente es el chief evangelist de Canva, una empresa australiana de diseño gráfico en línea con mejor fama entre los emprendedores. aca en VaoVa la a amamos.
La filosofía de Kawasaki es la siguiente: centrarse en el por qué antes que en el qué o en el cómo
El sentido de las compañías está más allá del intercambio comercial y lo estrictamente financiero. Las empresas que dejan huella, que sortean mejor las crisis y que tienen una reputación más sólida son aquellas que buscan algo más que la mera obtención de beneficios económicos. Son negocios “con causa”. Negocios hechos para hacer felices a sus dueños, a sus colaboradores y a su comunidad. Negocios que cambian los esquemas.
Es por esto que lo más importante es no caer en los conservadurismos, sino ver más allá, ser creativo y concentrarnos en el para qué hago lo que hago. Tener claridad del propósito de la empresa, no solo ayuda a la toma de mejores decisiones y la coherencia del mensaje con la comunidad, sino que también te da una razón concreta para sentirte orgulloso y disfrutar de lo que haces.
Recuerda que los emprendedores tenemos una gran ventaja: podemos construir y reconstruir el negocio a nuestra medida. De hecho, es legítimo hacerlo así, y nos lo debemos. Un proyecto a nuestra medida implica todos los días algo que nos llena, que nos ilusiona, que genera pasión: esta es la garantía de disfrutar del viaje y además emprender con una causa.
El hecho de disfrutar haciendo lo que haces es la mayor prueba de inteligencia que existe. Qué estás haciendo hoy para disfrutar de tu trabajo?, ¿Cuál es el primer paso que vas a dar mañana para disfrutar en tu empresa? No pierdas ni un minuto más. Posiblemente sea la mejor inversión que puedas hacer en ti y en tu prosperidad.
Como dice Daniel Ek, cofundador de Spotify y apasionado por la música, «Nos dejamos guiar más por nuestras convicciones que por lo racional, porque la razón nos decía que era imposible».
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